¿Cómo se come un elefante?
La pregunta es pertinente porque eso es lo que vamos a hacer: comernos un elefante, así que ¿cómo se come un elefante? Si lo intentas todo de golpe, no puedes, es inabarcable, puede más que tú. Te agobias. La única manera de comérselo es hacerlo tajada tras tajada. Primero una, luego otra y cuando vienes a darte cuenta te has comido todo el elefante. Enterito.
El elefante es la vieja escuela. Y nos lo vamos a comer.
La revolución pedagógica ha comenzado. Los nuevos profesores preparamos nuestras huestes para la batalla contra el caos educativo: lucharemos por una enseñanza de calidad, la innovación y la investigación, la atención a la diversidad de nuestros alumnos, la inclusión de las nuevas tecnologías para hacer nuestro trabajo mejor. Un trabajo del que todos podamos sentirnos orgullosos. Una nueva escuela para un nuevo siglo.
Bienvenidos a un nuevo Reino, el de la Entropía de las Letras.